Web de Guijo de Santa Barbara

En esta página de Guijo de Santa Bárbara puedes encontrar los principales datos de interés sobre nuestra localidad, además de ser un punto de encuentro entre los guijeños en Internet.

miércoles, 1 de octubre de 2014

El Castaño en Guijo de Santa Bárbara

El castaño (Castanea sativa) es un árbol de gran porte perteneciente a la familia de las Fagáceas, a la que pertenecen también el roble, la encina o el haya. El origen del castaño es muy discutido aunque la hipótesis más aceptada nos dice que es originario de la península Balcánica y que fue introducido en la península Ibérica por los romanos hace más de 2000 años, creciendo de forma totalmente silvestre en muchas zonas de nuestro país. Respecto a su cultivo en El Guijo, debe ser muy antiguo aunque la cita escrita más antigua data de 1667 cuando el historiador jarandillano Gabriel Azedo de la Berrueza y Porras es su conocidísima obra Amenidades, recreos y florestas de la provincia de La Vera… donde se dice que una de las principales producciones del concejo de Jarandilla y que como es bien sabido incluía también el llamado Barrio del Guijo de Jarandilla, era la castaña cuya calidad hacía que arrieros de la comarca la llevasen hasta el puerto de Sevilla para enviarlas a América. 


La castaña constituía la base de la dieta guijeña que se complementaba con pan de centeno, carne de cabra y queso de cabra. Se consumía de multitud de maneras. Cuando estaban frescas se consumían asadas o cocidas aunque lo más habitual era secarlas para que se conservasen mejor y su transporte fuese también más fácil. 

El proceso de secado era el siguiente. Una vez recogidas las castañas, se llevaban a los “sequeros”, dependencias de las casas guijeñas situadas sobre la cocina de la casa. El suelo del sequero, que era el techo de la cocina estaba fabricado con listones de madera denominados “cintas” que dejaban una pequeña separación entre ellos para permitir la salida del humo que pasaba a través de las castañas y las iba secando poco a poco. Durante el tiempo de secado, las castañas se removían varias veces al día para que el secado fuese homogéneo. Una vez secas, las castañas se “pilaban” (pelaban) para que quedasen listas para su venta o consumo. Para ello se metían en sacos y se las pisaba con fuerza para que la piel se desprendiese. 


Después se separaban manualmente las pieles de las castañas que se envasaban en sacos y se guardaban en arcones de madera a salvo de los ratones. Las castañas secas y peladas recibían el nombre de pilongas o castañas blancas, para diferenciarlas de las castañas frescas o verdes. Para obtener una fanega (46 kilogramos) de castañas blancas, se necesitaban tres de verdes (138 kilogramos). Cuando la producción era muy grande, se construían edificios en los castañares dedicados exclusivamente al secado de las castañas y que recibían también el nombre de “sequeros”. El proceso de secado era el mismo. La lumbre se encendía en el piso bajo y las castañas se secaban en la planta superior. También se conservaban pequeñas cantidades de castañas en fresco para poder hacer calbotes en primavera. Para ello, se hacían “hoyos” que consistían en una capa de helecho o bálago (paja de centeno) sobre la que se colocaban las castañas, cubriéndolas nuevamente con helecho o bálago sobre los que se echaba una gruesa capa de tierra arenosa. 

 

La producción de castañas tuvo una gran importancia en El Guijo hasta mediados del siglo XVIII cuando tuvo lugar una terrible epidemia de tinta, provocada por el hongo Phytopthora cinnamoni que ocasionó la muerte de la mayoría de los castaños guijeños que tuvieron que ser replantados. A finales del siglo, parece que la población de castaños debía haberse recuperado bastante pues en 1791 se producían en El Guijo 300 fanegas (13800 kilogramos) de castañas blancas, lo que supondría una producción en verde de 900 fanegas (41400 kilogramos), cifra realmente importante. 

Durante los siglos XIX y XX la castaña siguió siendo un cultivo importante aunque poco a poco la patata, que con la epidemia de la tinta pasó a formar parte de la dieta guijeña, fue restando importancia a las castañas. El secado de las castañas se abandonó paulatinamente y comenzaron a venderse en fresco pues aunque valían mucho menos, daban también menos trabajo. En la actualidad, el cultivo del castaño goza de gran importancia en nuestro pueblo pues requiere pocos cuidados y el precio de las castañas es elevado.
Toda la producción se comercializa en fresco, en su mayor parte a través de la cooperativa de Nuestra Señora de Las Nieves. 

Otra producción importante del castaño es la madera. Para ello se cortan los castaños reboldos o silvestres, que producen castañas muy pequeñas y cuya madera es de mayor calidad que la de los castaños injertos. La madera de castaño se utiliza en carpintería para fabricar muebles de lujo. Tradicionalmente, en nuestro pueblo se utilizó mucho para la construcción de vigas, tablas y cuartones para las casas, al igual que la del roble. También se utilizaba para fabricar aperos de labranza. En cuanto a la gastronomía asociada a la castaña, ya hemos hablado en otras ocasiones de los distintos platos elaborados con ellas como las castañas empringás, las castañas con leche o los calbotes. 

Actualmente, la empresa local Sabores del Guijo elabora y comercializa novedosos productos como la crema de castañas, las castañas en almíbar o las castañas al caramelo. 


Información aportada por Silvestre de la Calle García

Derechos de propiedad intelectual y reproducción

Licencia Creative Commons
Web de Guijo de Santa Bárbara por Asociación La Fuente del Pueblo se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 3.0 Unported.